RELATOS: DE CRIMEN, AMOR Y OTRAS MENTIRAS
Flor de papel
Dentro
de una vieja celda de tonos grises hay una mesa de madera -cuyo aspecto rustico
evidencia sus años de uso- y apoyándose de esa mesa hay un hombre de mediana
edad con una barba de días. Sus dedos, torpemente, trabajan el papel que un
guardia le dio. Su respiración denota lo ansioso que se siente por entregar ese
detalle y sus ojeras vislumbran los desvelos en los que paso pensando en cómo
haría ese regalo. El hombre trabaja, se esfuerza y con una sonrisa casi de
oreja a oreja, termina la manualidad: una flor de papel.
Cuando
el guardia le entrega la comida, el preso le pasa la flor y con palabras
rápidas le dice al uniformado:
-
Es para mi esposa Imelda, que se la entreguen a la brevedad.
El
guardia mira con desdén al hombre acusado de homicidio, al tipo que, con sus
propias manos asesino a su propia suegra, una pobre mujer de casi ochenta años.
El
prisionero, aun lleno de desbordante felicidad, observa cómo se marcha el
uniformado. Cae sobre sus rodillas y ríe al imaginar la reacción de su amada
cuando vea el mensaje que va dentro de la flor: “sé que tú lo hiciste, que tú
la mataste y que luego me culpaste. Ahora, no solo sentirás la culpa por
asesinar a tu senil madre, sino que, además, por el resto de tu vida, la
sensación de que por tu culpa yo también me aventuré a morir, rondará por tu
cabeza.
Flor de metal
Cierto
día una princesa de ojos café, luminosos como el cacao, quiso salir a pasear
fuera de su opulento palacio. Pidió a su padre -el elegante, pero soberbio rey-
y a su madre - la hermosa, pero déspota reina- que la dejaran salir sola, sin
guardias que la cuidaran, sin sombras que estuvieran vigilando cada paso que
ella diera.
Su
padre, dudoso de que su niña saliera a rodearse de gente menos valiosa o que
desdichadamente conociera a un chico pobre y se enamorará de él, pidió a sus
hombres de confianza que eligieran al guardia en el que más confiaran. La
mayoría hizo mención del joven Luca, un delgado, no muy atractivo, pero muy
leal guerrero. El rey, seguro de que ese chico no sería un inconveniente, dio
el permiso.
Guardia
y princesa salieron a recorrer el pueblo a caballo, él con una mano en la
correa y otra en la de ella. Ella, con la cara recostada en la espalda de él -el
amor de su vida- sonreía contenta de que los demás guardias ayudaran a que ellos
pudieran estar un momento juntos, amaba estar con su enamorado, aquél con una
flor grabada en su armadura: una flor de metal.
Flor de esperanza
Año
2100. Expedición 13AX. Zona 9. Comandante García.
-
Hola, ¿alguien me escucha?, ¿base están ahí? Habla el comandante García, parte
de la expedición 13AX. Necesito que me escuchen estoy con mi escuadrón en la
zona 9, hemos entrado a un lugar restringido, sí… sé que estuvo mal, pero ha
valido la pena porque encontramos algo muy valioso, algo que puede dar
esperanza a la humanidad.
García
suspira frustrado al no recibir respuesta. Ajusta su casco el cual se conecta
con su traje; de ahí es donde las personas que se animan a salir de la copula
reciben oxígeno. Y es que después de que las guerras acabaran con casi todo el
planeta con la bomba Fx23, el gas que soltó acabó con los árboles y dejó el
suelo inservible para plantar de nuevo, lo que provocó que los sobrevivientes
crearan un traje especial con su propio generador de oxígeno.
El
comandante habló de nuevo por el intercomunicador y esta vez sí obtuvo
respuesta:
-
Aquí base, ¿qué es lo que dice que encontró?
-
¡Una esperanza señores! Esto parece imposible de creer, pero al llegar vimos
una flor creciendo en la punta de una montaña. Aguarde no cuelgue, esto no es
broma. Escalamos la montaña y como un sueño vimos hileras de árboles y plantas
creciendo. Solo que se ocultan tras las montañas. Base, espero que me sigan
escuchando, lo que les voy a decir a continuación es la mejor parte, el soldado
Gómez se quitó el casco y ¡Pudo respirar! Hay oxígeno en esta zona.
-
Comandante García, usted tiene familia, ¿verdad?
-
Sí, así es. - Les diremos que fue un héroe al salir de expedición en zonas
inhóspitas. No sé si entienda, pero por algo ese lugar está restringido, si el
mundo se entera de que ya es posible vivir fuera de la copula, los líderes
perderían el control que poseen sobre la humanidad.
García,
confundido, miró hacia su escuadrón solo para ver como hombres armados los
asesinaban sin piedad, una bala le atravesó el pecho y cayó en la oscuridad. Su
último pensamiento fue que el precio de la verdad se cobra muy caro. Sobre
todo, cuando sabes que la flor de esperanza vive.
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