“ANA QUIERE QUE SUS
ALUMNOS ESCRIBAN”
Cuento sobre
el tema: Didáctica de la escritura en la formación del profesorado.
Después de haber pasado cinco años enseñando en la misma
escuela secundaria, la maestra Ana Francisca pudo obtener el cambio a otra
institución. A su corta edad ya se había convertido en una de las profesoras
favoritas de su antigua escuela, sin embargo, ella quería probar nuevos lugares
y diferentes contextos en donde enseñar.
Lamentablemente, su comienzo no fue bueno. En primer lugar,
tendría que vivir en una casa que necesitaba de muchas reparaciones y en
segundo lugar le asignaron al grupo con peor desempeño de la escuela, 2°A. Las
cosas fueron tolerables en el primer trimestre, a pesar de que los alumnos no
realizaban actividades que implicaran escribir ni leer, Ana se esforzaba por
mejorar esa situación.
Fue poco antes del inicio del segundo trimestre cuando Ana
se enteró del concurso tradicional de la escuela, el cual llevaba por título
“Escribe una historia”. Ana sintió mucha emoción pues debido al concurso podría
trabajar en que sus alumnos compusieran más. Así que después de un largo día de
trabajo, volvió a su casa, limpio un poco, comió con rapidez y se sentó frente
a la computadora. Dio clic en el buscador y escribió Estrategias para fomentar la escritura en mis alumnos.
Tras una larga noche investigando y preparándose Ana volvió
a la escuela llena de ánimos y de motivación. Lo primero que hizo fue sacar un
enorme lienzo blanco, el cual creo uniendo algunos rotafolios, pidió la ayuda
de sus alumnos para mover las butacas a una esquina y llena de emoción les
dijo:
- Sé que no les gusta escribir, sé que creen que es un
proceso muy aburrido y sé que no les puedo obligar a componer sobre algo que no
les gusta. Así que hoy estoy dispuesta a trabajar con ustedes para lograr que
ganen el concurso, ya sabemos que el tipo de texto que tenemos que escribir es
un cuento, entonces podemos pasar al siguiente paso. Y por favor quiten esas
caras, ya verán que no es tan difícil.
Ana colocó el enorme lienzo blanco en el piso y pidió a sus
alumnos que escribieran sobre sus gustos e intereses, uno escribió superhéroes,
otra escribió el nombre del grupo que le gusta escuchar y otro escribió la
marca de un carro. Poco a poco los demás alumnos se animaron a escribir acerca
de lo que le gusta. En la misma clase Ana les dejo como trabajo que en su
libreta anotaran palabras claves o que dibujaran cosas que se relacionaran a la
persona, cosa o actividad que escribieron en el lienzo. De esa manera, los
estudiantes crearon su esquema de cuento sin saber que estaban componiendo, lo
que les ayudó a ordenar su información y registrar ideas, además de que se
divirtieron dibujando.
En la siguiente sesión Ana les pidió que unieran las
palabras clave de la clase anterior y que comenzarán a escribir un cuento, sin
embargo, primero les comentó que debían de elegir la intención del cuento y
para eso, Ana con ayuda de unos títeres les explicó los diversos subgéneros de
un cuento y como cada uno de ellos tenían diferentes características y por lo
tanto fines u objetivos específicos. Los alumnos eligieron el subgénero que más
se relacionara con sus ideas, por ejemplo, Fernando quien había dicho la marca
de un carro, decidió escribir un cuento de terror donde un auto de carreras
cobraba vida para comerse a los humanos. Ana no pudo evitar sentirse satisfecha
de ver como los alumnos comenzaban a escribir sin renegar, quizás era por el
hecho de que los docentes escribían sobre lo que les gustaba o que Ana les explico
con diferentes materiales y estrategias.
La semana transcurrió con los alumnos trabajando en su
cuento, agregando y describiendo a los personajes, el ambiente –tanto físico y
psicológico-, y el escenario. Además de añadir elementos como el tipo de narrador
y los nexos temporales. Todo lo anterior lo explico de una manera llamativa,
entendible y creativo. Unos días antes del concurso Ana reviso los borradores
del cuento y junto con los alumnos pulieron los últimos detalles. Dicha
revisión la llevo a cabo con una lista de cotejo, con criterios como la
ortografía y la coherencia de la trama del cuento.
El día del concurso Ana se levantó con mucha ilusión, llego
a la escuela más temprano de lo normal y cuando comenzó el concurso no pudo
evitar que sus manos temblaran un poco. Sus alumnos se veían emocionados por
presentar los cuentos que realizaron con tanto esmero, uno por uno los
estudiantes pasaban y leían el cuento corto de diferentes subgéneros.
Cuando comenzaron a dar los resultados Ana aplaudió de la
emoción, una de sus alumnas, Vanesa la niña que había escrito sobre sirenas y
hadas había quedado en tercer lugar. Al final, aunque solo una niña del grupo
2°A había ganado un lugar, para Ana fue como si todos hubieran ganado pues el
hecho de que sus alumnos hayan escrito fue un gran resultado, ya que ese grupo
tenía muchos problemas con la composición.
En el transcurso de la jornada académica los docentes
felicitaron a Ana por lograr que el grupo con más problemas con la escritura
presentara productos, por su parte, Ana agradeció a sus alumnos regalándole un
chocolate a cada uno de ellos. Al final, ella se dio cuenta de que todo tiene
una solución si se trabaja en el problema y que como docente tiene un
compromiso por enseñar de una manera significativa el proceso de la escritura
sin importar el tipo de texto que se escribirá.
Fin
Autor: Erendira Ubamea
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