Alma en color atardecer

 


Alma en color atardecer

Eileen Lorenia Montoya Calderón

 

Alguna vez alguien dijo que el amor era universal, tan poderoso como para traspasar fronteras y derrumbar muros, que el amor es el sentimiento más hermoso que alguien pudiera experimentar, el amor nos hace humanos, por eso mismo no puedo entender a las personas que piensan que soy un error, un fenómeno que está destinado al sufrimiento y que no merece misericordia.

Hace tiempo me cuestionaba si de verdad yo era un error, ¿será verdad que estoy enferma?,¿es verdad que necesito cambiar lo que soy?, ¿debo conformarme con lo que otras personas creen correcto?, por mucho tiempo creí que sí, por eso oculte mis colores y me dedique a vivir la vida que querían para mí, es tan extraño escuchar a los demás decir que puedes tomar tus propias decisiones, que es tu vida y solo tú puedes decidir cómo vivirla pero al mismo tiempo saber que en el fondo estas obligado a vivir bajo sus reglas.

Tiempo después me di el lugar que me merezco, cuestioné lo que tenía que cuestionar de la sociedad, y me di cuenta que no estaba obligada a sentir pena, pues en la lógica en la que me pintaban el mundo había espacios en blanco donde perfectamente podía pintar mis colores reales, al mismo tiempo pude convivir con más personas como yo, con almas hermosas, divertida y de muchos colores diferentes, el estar con ellos es como ver una puesta de sol tras otra, ninguna es igual a la anterior, unas están tenidas de un delicado amarillo y aguamarina, otras son de un naranja brillante, pueden ser de un profundo y salvaje azul, otras más se parecen a la mía, mesclando rosa y morado en un infinito azul.

Todos compartiendo en armonía nuestro verdadero yo, amando a quien elegimos y no a quien dicen que deberíamos, compartiendo opiniones y cuestionando nuestros propios andares, compartiendo heridas o brindando el apoyo que nos hizo falta en algún momento; aún hay quienes nos señalen con desprecio y repulsión, pero aquello no es una justificación, el ojo por ojo dejara ciego a la gente, no hace falta enceguecer el problema, necesitamos despertar sus corazones.

Comentarios